+ Fue encontrada en Álamo...
Álamo Temapache, Ver.- El primer día de este 2021, habitantes de la
comunidad de Hidalgo Amajac, Veracruz, descubrieron una escultura femenina
completa de casi dos metros de altura, dentro de un terreno citrícola.
Tras una inspección realizada el pasado lunes 4 de enero por expertos del
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se ha ratificado no
sólo que la pieza es prehispánica, sino que también es la primera de su
tipo localizada en la cuenca del río Tuxpan, al sur de la huasteca
veracruzana.
Sobre este importante descubrimiento, la secretaria de Cultura del
Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, se congratuló porque “este
año en que celebramos la historia y la grandeza de México, iniciamos con
buenas noticias como este tipo de hallazgos”, e indicó que estas
representaciones prehispánicas “permiten confirmar la participación activa
de mujeres gobernantes en la estructura social y política huasteca”.
Por su parte, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández,
reconoció el importante trabajo que realizan las representaciones
estatales del Instituto para el reconocimiento, recuperación,
investigación y rescate del patrimonio histórico de nuestro país, y
refirió que “esta magnífica representación femenina permite corroborar lo
plasmado en las fuentes etnohistóricas acerca del papel relevante de las
mujeres en esta región cultural, al tiempo que abre nuevas líneas de
investigación en torno al esplendor de la Huasteca desde la época
prehispánica”.
En tanto que el alcalde de Álamo Temapache, Jorge Vera Hernández, refirió
que, sin duda, “ha sido un hallazgo impresionante, muestra de nuestra
riqueza histórica y cultural, y que su descubrimiento es la señal de que
somos una comunidad milenaria, que ha trascendido ante todas las
adversidades desde hace cientos de años, lo que significa que lo haremos
ahora también y eso es gratificante.
“Agradecemos a los pobladores de Hidalgo Amajac, Veracruz, a quienes
reconocemos por esta muestra de responsabilidad y por comprender que este
tipo de descubrimientos son tesoros que se comparten. Hacemos el llamado a
toda la población para que si encuentran cualquier objeto de valor
arqueológico lo notifiquen y se acerquen a las autoridades para que,
juntos, enriquezcamos esta investigación en busca de nuestra identidad
cultural”.
Una joven mujer de élite
De acuerdo con la investigadora del Centro INAH Veracruz, la arqueóloga
María Eugenia Maldonado Vite, encargada de la inspección en campo, esta
pieza representa a una joven mujer de élite, “posiblemente gobernante por
su postura y atavíos, más que a una deidad como se han interpretado casi
todas las esculturas huastecas femeninas, a las cuales se vincula con la
diosa Tlazoltéotl”.
La figura, detalla, está elaborada en roca caliza y mide 60 centímetros
en su parte más ancha y alrededor de 25 centímetros de grosor. Su buen
estado de conservación permite observar sus rasgos, así como su espiga,
elemento que permitía contemplarla erguida.
Luce un rostro pequeño, ojos abiertos y huecos –“los cuales debieron
estar rellenos con incrustaciones de obsidiana u otra piedra”–, con un
tocado alto, un collar al centro del cual se distingue un adorno en forma
de gota, conocido como oyohualli, un torso ataviado con una camisa de
mangas largas y una larga falda que llega hasta los tobillos y revela el
par de pies desnudos.
Dada su ubicación geográfica entre los sitios arqueológicos de Tochpan
(Tuxpan) y Castillo de Teayo, la pieza está ligada a la tradición
escultórica y a la cultura huasteca, aunque presenta ciertos rasgos del
centro de México, cuando en la región se hizo notoria la influencia de la
Triple Alianza, lo que la colocarían temporalmente hacia el Posclásico
Tardío (1450-1521 d.C.).
Durante la visita de inspección, comenta la arqueóloga María Eugenia
Maldonado Vite, se notó que la pieza estaba dentro de un sitio
arqueológico hasta ahora desconocido pero extenso.
En éste no se han reconocido estructuras monumentales cercanas, sino más
bien estructuras bajas, probablemente habitacionales, por lo que una
probabilidad es que la talla, que se encontraba boca abajo, causó que
pareciese una piedra a los ojos de los pobladores, y fuera movida de su
lugar original y llevada hasta allí, incluso, desde tiempos
prehispánicos.
“El estilo de la joven de Amajac es similar a representaciones de diosas
huastecas de la tierra y la fertilidad, pero con una influencia externa,
posiblemente nahua, como se aprecia en el hueco de los ojos para
incrustaciones, rasgo que no pertenece a la escultura huasteca clásica
sino más bien a la mexica. Además, el paño que presentan las mujeres
huastecas frente a la falda es siempre liso, y en ésta existe un adorno de
nudos y listones”.
La investigadora del Centro INAH Veracruz dijo que aún faltan más
análisis sobre esta destacada pieza arqueológica, así como en el sitio
arqueológico donde fue hallada y que por ahora se denomina Hidalgo
Amajac.
Tales estudios, cuyos pormenores deberán ser definidos en diálogo entre
el INAH, el Ayuntamiento de Álamo y la comunidad, permitirán indagar
mediante recorridos iniciales en superficie, en la extensión del sitio, su
temporalidad y filiación cultural, entre otras características.
Por el momento, la escultura de la joven de Hidalgo Amajac permanece bajo
resguardo de los propietarios del terreno citrícola en el cual fue
descubierta. Se dialogará entre el INAH y las partes interesadas para
definir su emplazamiento futuro.
Este hallazgo, concluye la arqueóloga María Eugenia Maldonado, no sólo
arroja más luces sobre la existencia de una consolidada tradición
escultórica en la región, sino que es ejemplo “de una fusión tardía de las
diosas Teem con las representaciones de mujeres de alto estatus social o
político en la huasteca, las cuales se han malinterpretado como
Tlazoltéotl”, pero que se distinguen de esta deidad al no portar
nariguera, boca con chapopote, ni tener husos con borlas de algodón, a la
par que reitera la importancia de las mujeres en la estructura política
huasteca.
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