Por Luis A. Xochihua
GUTIÉRREZ
ZAMORA Ver., 4 de Agosto.- En la comunidad zamoreña de Macarena Arrazola, se
encuentran dos grandes rocas, sobre las cuales versa una antigua historia que
asegura, alguna vez fueron seres humanos, y ahora se posan a la ribera del río
Tecolutla, siendo éste uno de los lugares que representan un atractivo
turístico para el municipio, se trata de “Las Comadres”.
Sobre
“Las Comadres", cuenta una antigua leyenda zamoreña, que hace muchos años en
la citada comunidad, ubicada a la orilla del río Tecolutla, en el punto
sur-este del municipio, existieron dos mujeres, quienes por azares de la vida
eran comadres.
Según
el relato, sus nombres olvidados ya entre el tiempo, un jueves santo, en plena
semana mayor, las dos lavaban ropa en el río, como hasta la fecha lo
acostumbran los habitantes de esta comunidad, cuando de pronto, y por motivos
que se desconocen, las dos féminas protagonizaron tremenda riña.
Algunas
versiones sostienen que el pleito comenzó por los hijos de ambas que se bañaban
en el río, siendo que fueron los menores quienes comenzaron a pelear, cada una,
en un intento por defender a sus respectivos primogénitos, cayeron en la
controversia y que la discusión pasó de los infantes a ellas.
Tan
acalorada fue la discusión que pasaron, las comadres, de la agresión verbal a
los golpes, pero tal fue la ofensa al supremo, que aún siendo Jueves Santo, con
tal acto ofendieron el significado de la Semana Santa , que como castigo,
poco a poco, cada una de ellas, comenzó a convertirse en piedra, quedando
petrificadas a la orilla del río, de donde no habrían de moverse jamás.
Lo
anterior se extrae de las narraciones de los propios habitantes de ésa
comunidad de Gutiérrez Zamora, quienes aún hoy día preservan ésta historia,
como recordatorio de que debe haber un lugar para el perdón y conciliación
entre los corazones de los zamoreño, guardando como ejemplo de ello, esas dos
grandes rocas, que tuvieron la osadía de violentar un día sagrado y de respeto.
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